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El objetivo de este trabajo es contribuir al mejoramiento de la calidad
del trabajo académico en las universidades, mediante un mejor conocimiento
de las características de su presencia y actividad en INTERNET.
Como fuentes de información se utilizaron la base de datos electrónica
de la Asociación Internacional de Universidades (AIU), los
sitios web de la Global University Web y del Commonwealth of
Learning y el sitio web de Network Wizards, que contiene datos
sobre INTERNET en todos los países del mundo. Su contenido es parte
de una investigación mas amplia que realiza el autor a nivel mundial
sobre el mismo tema, a través de INTERNET. El trabajo se inicia
con un análisis de la presencia de las universidades en INTERNET.
Se presentan y examinan estadísticas del número de sitios
web administrados por universidades, por regiones del mundo. Igualmente,
se analizan las características cualitativas de la presencia universitaria,
las funciones y servicios ofrecidos por sus sitios web de acuerdo al grado
y tipo de interactividad que ofrecen, situándolas en una escala
que abarca desde la interactividad informativa a la interactividad transaccional.
En un nivel mas específico, se analiza el desarrollo de las universidades
virtuales existentes en el mundo y las características de sus funciones
y servicios ofrecidos. Estas universidades se han clasificado según
su grado de virtualización, en una escala que va desde las prolongaciones
virtuales de universidades que funcionan como universidades presenciales
en una sede física, hasta un nivel mas avanzado que comprende las
universidades totalmente virtuales, que sólo existen en INTERNET.
El trabajo concluye con propuestas para mejorar la calidad de actividad
universitaria en el Ciberespacio, enfatizando la integración de
las funciones de tele-enseñanza, tele-aprendizaje, tele-investigación
y tele-extension; el logro de un mayor grado de interactividad transaccional
entre los sitios web y sus usuarios; la integración de la actividad
universitaria virtual al trabajo académico cotidiano, no sólo
mediante el simple aprendizaje de técnicas de navegación
en INTERNET, sino a través de un cambio de hábitos de trabajo
y de actitudes en el usuario y el desarrollo de una lógica de utilización
(centrada en el usuario), en vez de una lógica de programación
(centrada en el productor) en la organización de las actividades
universitarias virtuales.
Introducción
En términos generales, la virtualización es un proceso y resultado al mismo tiempo del tratamiento y de la comunicación mediante computadora de datos, informaciones y conocimientos. Mas específicamente, la virtualización consiste en representar electrónicamente y en forma numérica digital, objetos y procesos que encontramos en el mundo real. En el contexto de la educación superior, la virtualización puede comprender la representación de procesos y objetos asociados a actividades de enseñanza y aprendizaje, de investigación y gestión, asi como objetos cuya manipulación permite al usuario, realizar diversas operaciones, a través de INTERNET, tales como aprender mediante la interacción con cursos electrónicos, inscribirse en un curso, consultar documentos en una biblioteca electrónica, comunicarse con estudiantes y profesores y otros (Quéau, 1993).
Las universidades y otras instituciones de educación superior, especialmente las de países en vías de desarrollo, están confrontando el desafío de servir a una población cada vez mayor de estudiantes, mas diversificada social y culturalmente, en un nuevo ambiente social, mas dinámico y turbulento. La virtualización (parcial o total) de estas organizaciones puede ser un factor transformador de sus estructuras y funciones, un instrumento para mejorar su cobertura, calidad, pertinencia y equidad de acceso y una manera de construir una nueva identidad en la nueva "sociedad del conocimiento" en proceso de gestación. La viabilidad y factibilidad de convertir a la virtualización en un factor de calidad académica dependerá del enfoque utilizado para implantarla y desarrollarla, de su relación con las actividades no-virtuales de las instituciones de educación superior y, sobre todo, del papel que jueguen los usuarios de la oferta de actividades de estas instituciones en su dinámica.
La presencia universitaria en INTERNET
La presencia universitaria en INTERNET se manifiesta principalmente a través de un sitio web. Un sitio web es un conjunto de documentos virtuales, interconectados electrónicamente, que pueden contener datos, informaciones y conocimientos sobre una organización, su misión, sus objetivos, su oferta académica de cursos, su reservorio de información contenido en una biblioteca y otros. Su característica básica es la interactividad, que permite al usuario pasar de un ambiente a otro y obtener algún resultado, relevante para sus objetivos, sean estos de enseñanza, aprendizaje, investigación o gestión en general. En la actualidad, el sitio web se ha convertido en el medio principal de expresión de la presencia y la actividad virtual de una organización en INTERNET. Por ello, este estudio se basará en el sitio web como indicador de la presencia de una Universidad en INTERNET.
En general, no hay una correspondencia proporcional entre la distribución de nodos INTERNET (Network Wizards, 1997) y de universidades con sitio web en el mundo. Como puede observarse en Figura 1, la distribución de nodos INTERNET es mas desigual que la distribución de universidades. En la región de América del Norte, que agrupa a Canadá y USA, se concentra el 21,3% de las universidades pero el 61,6% de los nodos INTERNET. La región de Asia, reúne un mayor porcentaje de universidades (32,8%) que de nodos INTERNET (7,9%). En Europa, la proporción de universidades y nodos INTERNET es mas equilibrada: 25% y 24,1%, respectivamente. En Africa y América Latina y el Caribe se observa una desproporción similar a la de Asia, pero menos marcada: el porcentaje de universidades es mayor que el de nodos INTERNET. Oceanía sigue el mismo patrón que América del Norte: un porcentaje de universidades mayor que el de nodos. Las diferencias en cuanto a la desigualdad de las distribuciones de universidades y nodos INTERNET se explica por el desarrollo reciente de INTERNET en comparación con el de las universidades. Con el tiempo, las desigualdades en la distribución geográfica de las universidades se han ido equilibrando, mientras que INTERNET es aún una red en proceso de rápida expansión, lo cual produce desigualdades notables entre los países, que se desarrollan a ritmos desiguales.
En promedio, 31,4% de las organizaciones de educación superior en el mundo poseen una presencia en INTERNET, entre las cuales 74,7% son universidades y el resto organizaciones no-universitarias de educación superior (Figura 2). Si se toma en cuenta sólo a las universidades, 60% de ellas en promedio posee sitio web. Sin embargo, existen fuertes desigualdades entre las regiones. Las regiones donde la presencia universitaria en INTERNET es mayor son América del Norte, donde la totalidad de las universidades poseen sitio web, Oceanía (83,9%) y Europa (69%). En Africa sólo 13,6% de las universidades tienen presencia en INTERNET y un 35,3% en Asia. América Latina y el Caribe, se encuentra en el 4° lugar después de Europa, con un 58,8% de universidades presentes en INTERNET. Sin embargo, es posible que, dada la rápida evolución de la expansión de INTERNET, para el momento de publicar este artículo la presencia de las universidades en INTERNET se haya incrementado notablemente en todo el mundo. Además, las bases de datos de la Asociación Internacional de Universidades (1996), la Global University Web (1997) y del Commonwealth of Learning (1997) contienen enlaces con la mayoría pero no la totalidad de los sitios web universitarios.
Las universidades representan una minoría (30,9%) en comparación con otras organizaciones no-universitarias de educación superior (60,9%), pero reúnen alrededor del 70% de la población estudiantil (AIU, 1996; UNESCO, 1997). Las organizaciones no-universitarias de educación superior son mas numerosas, pero mas pequeñas y menos multifuncionales que las universidades. El predominio numérico de organizaciones no-universitarias sobre las universidades se mantiene con algunas variaciones en todas la regiones. Las desigualdades inter-regionales entre las universidades y otras organizaciones de educación superior son mucho mayores en el caso de estas últimas. Por ejemplo, en Africa sólo las universidades tienen presencia en INTERNET. En general, en todas las regiones, con variaciones menores, las organizaciones no-universitarias tienen una presencia mucho menor en INTERNET que las universidades.
Este conjunto de organizaciones de educación superior sirve a una población estudiantil que en el el año de 1992 era de 73,7 millones de estudiantes y se incrementa a una tasa de 3,7% anual, con una dotación de profesores de 5,18 millones, que crece a razón de 2,9% por año. El crecimiento anual tanto de estudiantes como de profesores es mayor en los países en vías de desarrollo (5,9% para estudiantes y 4,4% para profesores) que en los desarrollados (2,2% para estudiantes y 2,1% para profesores). Por otra parte, todas las tasas de crecimiento de la educación superior son considerablemente superiores a las de los otros niveles del sistema educativo, lo cual hace presumir que en el futuro la demanda de educación superior se hará mayor, especialmente en los países en vías de desarrollo, lo cual tendrá implicaciones notables para la capacidad de los sistemas de educación superior para garantizar una adecuada cobertura de esta población, con las modalidades tradicionales de enseñanza y aprendizaje (UNESCO, 1995: pp. 103-109).
La presencia de universidades y otras organizaciones de educación superior no será un problema en el futuro y puede estimarse que en corto tiempo todas las organizaciones de educación superior tendrán acceso a INTERNET y desarrollarán rápidamente sus sitios web. Lo importante es qué tipo de presencia tienen y tendrán las universidades en INTERNET y que uso harán de sus centros de servicio informático y sus sitios web. El sitio web se ha convertido en el medio de expresión y proyección de una organización, pues reúne información sobre los objetivos, las características de la organización y puede utilizarse para prestar diversos servicios a sus usuarios a través de la interactividad usuario-sistema, que es su característica básica.
En la investigación realizada por el autor a través de INTERNET en diversos sitios web de universidades, se pudo identificar diferentes tipos y grados de uso de un sitio web según el grado y tipo de interactividad entre el usuario y el sitio web. Los tipos oscilan dentro de una escala que va de un grado menor a un grado mayor de interactividad y corresponden también a diferentes niveles de profundidad de utilización del sitio web y a grados de variedad de las tareas que el usuario puede hacer en el sitio web.
Presencia solamente, sin interactividad: corresponde al sitio web que se limita a describir la organización, sus objetivos, etc, pero no permite al usuario llegar mas allá ni realizar ningún otro tipo de operación. Sólo dispone de una página informativa destinada a mostrar que la Universidad está presente pero nada mas. Es el sitio web que dice solamente "estoy aquí".
Interactividad informativa: el usuario puede al menos obtener algunas informaciones suplementarias sobre la Universidad, los cursos ofrecidos, los nombres y direcciones de profesores, las facultades y departamentos. "Estoy aquí y puedo informarte cómo es la Universidad".
Interactividad consultiva: el usuario puede acceder a informaciones contenidas en bases de datos de las Universidades, o al menos el sitio web ofrece la posibilidad a estudiantes y profesores pertenecientes a ella de acceder luego de cumplir con los requisitos de membrecía e inscripción. "Estoy aquí y puedo ofrecerte consultar mi biblioteca".
Interactividad comunicacional: en este nivel el sitio web permite al usuario acceder a espacios de comunicación en tiempo real (comunicación sincrónica) o en tiempo diferido (comunicación asincrónica), para participar en foros de discusión (grupos IRC, newsgroups y listas de discusión). "Estoy aquí, puedes saber como es la Universidad, consultar su biblioteca y comunicarte con otros estudiantes y profesores".
Interactividad transaccional: es el grado mas sofisticado y elevado de interactividad, pues permite al usuario realizar diversas operaciones a través del sitio web, tales como inscribirse, comprar libros y documentos, participar en procesos de enseñanza-aprendizaje, participar en cursos y conferencias. Este tipo de interactividad es el más deseable y el que permite al usuario apropiarse realmente de la tecnología y del medio tecnológico a su disposición. "Estoy aquí, puedes conocer la Universidad, consultar sus bibliotecas, comunicarte con otros estudiantes y profesores y realizar varias operaciones relacionadas con tu actividad en la Universidad, tales como inscribirte, controlar tus estudios, aprender, investigar, comunicarte con otros, etc".
Entre las universidades consultadas, los tipos de interactividad menos predominantes son los dos extremos inferior y superior de la escala, es decir, el tipo presencia y el tipo transaccional. Puede decirse que la distribución estadística sigue el patrón de una curva normal. El grado de interactividad mas predominante es el de la interactividad informativa y luego la interactividad consultiva. Sin embargo, se advierten diferencias notables entre los sitios web de universidades de países en vías de desarrollo y de países desarrollados: en los primeros predominan los tipos menos sofisticados de interactividad, con las excepciones del caso, de un grupo de universidades de vanguardia de algunos países de cada región, mientras que en los países desarrollados las universidades han llegado a desarrollar sitios web con un nivel mayor de interactividad.
La educación superior virtual en el mundo
Asi como se han identificado grados y tipos de interactividad en las universidades, se han podido distinguir grados y tipos de virtualización. El grado de virtualización corresponde a un concepto mas amplio e indica un mayor nivel de profundidad y de penetración de la Universidad en el Ciberespacio. Por ejemplo, hay universidades tradicionales que han creado espacios virtuales para extender la educación a través de INTERNET, mientras otras son organizaciones que sólo funcionan a través de INTERNET, no ofrecen ningún programa presencial, ni poseen una sede física destinada a actividades de enseñanza o investigación.
La educación virtual se identifica plenamente con la educación a distancia. La educación a distancia puede no ser entregada de manera virtual, pero la educación virtual es entregada a distancia por definición. Actualmente, existen 139 universidades que ofrecen programas de educación a distancia en el mundo, entre las cuales encontramos 40 (13,6%) que funcionan exclusivamente a distancia. El resto son universidades de enseñanza presencial que ofrecen programas a distancia. No se incluye a Estados Unidos de América y Canadá, pues en los anuarios estadísticos de UNESCO no se encontraron datos sobre el número de instituciones, estudiantes y profesores que utilizan esta modalidad de estudios en esos países. Estas universidades (parcial o totalmente a distancia) atienden una población estudiantil de aproximadamente 4 millones de estudiantes, con un personal docente de 10 mil profesores, dedicados a esta modalidad de enseñanza. El desarrollo de la educación superior a distancia es aún incipiente si se considera que estas universidades representán sólo 1,3% del total de universidades en el mundo, los estudiantes a distancia 5,3% de la población estudiantil total y los profesores 1,9%. Su distribución es muy desigual y en ella se advierte el enorme esfuerzo realizado por los populosos países asiáticos para atender su enorme demanda estudiantil a nivel superior. En Asia se concentra el 81,8% de la población estudiantil a distancia y 11% en Europa. Luego siguen América Latina y el Caribe con 3,3%, Oceanía (3,2 %) y Africa 0,8% (Figura 3). Sin embargo, un estudio reciente sobre América Latina ha permitido identificar con mayor precisión un número mayor de programas de educación a distancia, con lo cual la importancia relativa de la región podría ser mayor que la indicada (Chacón y González, 1996). Por otra parte, estas cifras pueden modificarse sensiblemente si se incluyeran los datos de Estados Unidos y Canadá, aunque la importancia de Asia se mantendría por el esfuerzo notable que han hecho estos países en materia de educación a distancia.
Las universidades a distancia constituyen un potencial importante de virtualización del aprendizaje, por su vocación natural, pero son herederas de una tradición muy fuerte de uso de medios tradicionales de comunicación que pesa aún mucho y habría que cambiar, realizando un esfuerzo que implica inversiones financieras fuertes y un proceso complicado de sensibilización de estudiantes, profesores y administradores y directivos y de entrenamiento en el uso de los medios informáticos y telemáticos de enseñanza y sobre todo de cambio de actitudes y de hábitos de trabajo.
Con el objeto de complementar esta información, se efectuó una recolección de datos a través de INTERNET, en el cual se pudo identificar un número de universidades que ofrecen programas de educación superior virtual a través de INTERNET, mayor que el de las universidades a distancia ya comentadas, pues se tuvo acceso directo a informaciones sobre Estados Unidos y Canadá. En total existen unas 293 universidades que ofrecen este tipo de programas, de las cuales 29 (9,9%) son totalmente virtuales (existen sólo en INTERNET) y la mayoría corresponde a extensiones virtuales de universidades con sede física. La desigualdad inter-regional de la distribución de estas universidades es mayor que la constatada para la educación a distancia. 52,6% de esas universidades (parcial o totalmente virtuales) se localiza en América del Norte y luego en Europa (23,9%). Entre el resto de las regiones se destaca Oceanía (10,6%), por la presencia de Australia y Nueva Zelandia, Asia (7,5%), por la presencia de Japón; América Latina y el Caribe (4,8) y por último Africa (con sólo 0,7%) (Figura 4 y 5).
Entre los dos extremos de una escala que podríamos llamar de grado de virtualización pueden encontrarse varios tipos de universidades, asi como niveles de profundidad de las actividades que realizan estas organizaciones en INTERNET. El grado de virtualización puede variar desde universidades que ofrecen sólo un programa de cursos para formación continua hasta la oferta de programas completos de Maestría y Doctorado, que constituyen una minoría. En relación con los niveles de profundidad, las variaciones oscilan entre universidades que sólo utilizan la telemática como apoyo a cursos y actividades presenciales, a través del correo electrónico entre profesores y alumnos y entre estos entre si y de uso del Web como reservorio de información para estudiantes y profesores. La mayoría de las universidades ofrece un nivel de profundidad
relativamente bajo. El mayor nivel de profundidad telemática corresponde a las universidades que utilizan estos servicios para todas las actividades relacionadas con el proceso de enseñanza-aprendizaje y todos los servicios telemáticos de búsqueda y almacenamiento de información y de comunicación sincrónica. Igualmente, existe una escala de variedad de medios informativos y comunicativos utilizados para apoyar el proceso de enseñanza-aprendizaje, que va desde el uso de un sólo medio (unimedial), hasta el uso de todos los medios de comunicación a distancia, tales como telemática, televisión, radio, CD-ROM, tele-conferencias mediante comunicación satelital, etc (plurimedial). Generalmente, las universidades con un mayor grado de virtualización tienden, por su misma condición, a utilizar los medios electrónicos a su máximo nivel de profundidad, con un alto nivel de interactividad transaccional y a utilizar todos los medios de comunicación para realizar sus actividades de enseñanza y aprendizaje. No obstante, se encuentran algunas universidades que ofrecen unos pocos programas de aprendizaje virtual, pero utilizando un nivel de profundidad relativamente elevado y una enseñanza plurimedial. La mayoría de las universidades examinadas corresponden a un grado de virtualización relativamente pequeño, en este caso, su distribución no es normal sino asimétrica, con el mayor número de universidades concentrado en un grado bajo de virtualización.
También se ha manifestado una tendencia a la asociación de universidades en redes para la realización de actividades en enseñanza en INTERNET, lo cual les permite complementar su oferta y compartir recursos. Se identificaron 13 redes, que agrupan 139 universidades, con un promedio de 10 universidades por red, lo cual es relativamente elevado, si se toma en consideración la aparición relativamente reciente de esta modalidad de asociación de universidades virtuales. La gran mayoría de estas redes (81,3%) se localiza en América del Norte y el resto en Europa. En las otras regiones no existe aún esta modalidad de asociación. Ejemplos de estas redes los tenemos en la red Telelearning (http://www.telelearn.ca) (14 universidades de Canadá), la Electronic University Network (http://www.eun.edu) (12 universidades de Estados Unidos), la Mind Extension University (http://www.jec.edu ) (10 universidades de Estados Unidos), la Universidad Virtual Erasmus (http://www.erasmus.int) (12 universidades de países de Europa, con apoyo de la Unión Europea) y la Clyde Virtual University (http://www.clydevu.ac.uk), (5 universidades de Escocia). En México, el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (http://www.ruv.itesm.mx), administra una red virtual que se extiende a 12 campus en México y ha iniciado un proceso de extensión a varios países de América Latina y el Caribe. Igualmente, existen organizaciones que sirven de puntos de enlace a varias universidades para ofrecer servicios de información y enlace a otras universidades, por ejemplo, la Internet University (http://www.casoiu.edu). Este enfoque permite a las organizaciones individuales potenciar sus actividades con el concurso de otras, realizando asi un menor esfuerzo y obteniendo también mucho mas con menores recursos y menor esfuerzo organizativo, administrativo y técnico.
Las universidades que tienden a ofrecer programas virtuales son generalmente
universidades a distancia que antiguamente funcionaban con el uso de medios
de comunicación tradicionales, antes de la aparición de medios
de comunicación electrónica o universidades tradicionales
de creación relativamente reciente. Las primeras tienen como vocación
básica la realización de la enseñanza y el aprendizaje
a distancia y, por esa razón, tienen una propensión natural
a utilizar un medio de comunicación interactivo que disminuye la
importancia del tiempo y el espacio en la enseñanza y el aprendizaje.
Las segundas, tienen a su favor la ausencia de una tradición prolongada
de enseñanza por medios tradicionales y de una infraestructura establecida
desde hace mucho tiempo y mas resistente a la innovación. Sin embargo,
la tradición no es necesariamente negativa cuando está acompañada
de la excelencia académica. Cuando las universidades tradicionales
de excelencia den un paso decisivo hacia el Ciberespacio, se incrementarán
las probabilidades de encontrar calidad y la excelencia en esta modalidad
de enseñanza.
Puede decirse que el desarrollo de la virtualización de las
universidades y de las universidades virtuales y del aprendizaje virtual
ha sido muy desigual en el mundo, al igual que el desarrollo de INTERNET.
Debido a la exclusividad y la aparición reciente de este tipo de
organizaciones educativas, las desigualdades son mucho mas marcadas. Esta
desigualdad persistirá por algún tiempo y se reducirá
a medida que los países en vías desarrollo se vayan apropiando
efectivamente de la tecnología telemática y la conviertan
en un instrumento de calidad de vida y desarrollo sostenible.
Virtualización y calidad académica
La virtualización universitaria no tendría ningún sentido si no contribuye a mejorar la calidad del trabajo académico, de sus procesos, actividades y productos y a potenciar el aporte de dicho trabajo al mejoramiento de la calidad de vida en general. El análisis sistemático de la calidad total y la gestión de su mejoramiento se ha introducido recientemente en la educación (Barnabe, 1997). Pero el problema y el enfoque para resolverlo es mucho mas complejo en la educación superior que en organizaciones educativas de otros niveles. Hasta ahora nos hemos referido a las universidades como organizaciones cuya única función es la enseñanza. Sin embargo, el modelo de Universidad que ha prevalecido en el mundo, al menos nominalmente, es el de la Universidad multifuncional, que transmite conocimientos y facilita los medios para adquirirlos, crea conocimientos y extiende el conocimiento creado a la sociedad para aplicarlo a la resolución de problemas de desarrollo. Estas tres funciones se han identificado con tres procesos: enseñanza-aprendizaje, investigación y extensión. Si tomamos este modelo de la organización universitaria, la virtualización habría que medirla en base a cada función y determinar cómo ella contribuye al mejoramiento de la calidad total de la educación superior. Las organizaciones investigadas en este trabajo sólo han mostrado un grado mayor o menor de virtualización en la función de enseñanza y aprendizaje, pero no se ha podido apreciar que han hecho en materia de virtualización de la investigación y extensión.
Para lograr una virtualización más avanzada, habría que estructurar un complejo programa organizacional que proyecte a las universidades con todas sus funciones integradas y que permita que las universidades totalmente virtuales o exclusivamente virtuales incorporen progresivamente de manera interactiva e integrada las otras funciones. Al lado de la tele-enseñanza y el tele-aprendizaje podríamos incorporar también la tele-investigación y la tele-extensión. La tele-investigación se ha venido realizando de manera espontánea, pues INTERNET surgió como una red para apoyar la investigación mediante la comunicación entre científicos y académicos y la transferencia de documentos. Pero tal vez sería deseable pensar en una estructuración mas sistemática de la investigación virtual utilizando los diversos servicios telemáticos existentes. La tele-extensión brindaría la oportunidad a las universidades de vincularse de manera mas interactiva con las empresas y otras organizaciones de su entorno. Para todas estas funciones, habría que crear ambientes virtuales estructurados de gestión de información y de comunicación entre las universidades y sus clientelas respectivas. ¿ Hasta dónde debe avanzar la virtualización, en función de su necesidad, deseabilidad, oportunidad, conveniencia y factibilidad ?.
Habría que preguntarse igualmente si, verdaderamente, dadas las condiciones precarias de funcionamiento de las universidades en los países en vías de desarrollo, es realista exigir esta integración multifuncional, cuando estas aún no han logrado resolver sus problemas en su función de enseñanza y aprendizaje. La función de enseñanza es, sin duda, la que tiene mas peso en el conjunto de funciones. Las organizaciones de educación superior siguen estando sometidas a una fuerte presión social, por el crecimiento de una población cada vez mas numerosa deseosa de aprender. Ya hemos visto cómo el ritmo de crecimiento de esta población en los países en vías de desarrollo duplica la de los países desarrollados. A esta población se agrega la de profesionales y técnicos incorporados al mercado de trabajo que desean perfeccionar sus conocimientos, para mantenerse al día con las exigencias en materia de nuevos conocimientos y la de personas incorporadas al mercado de trabajo que no pudieron acceder a la educación superior en su oportunidad y buscan una segunda oportunidad para superarse profesionalmente, con miras a convertirse en actores eficaces en la nueva sociedad del conocimiento en proceso de gestación, donde la mayor parte de los trabajadores serán los llamados trabajadores del conocimiento o trabajadores simbólicos (Reich, 1992). En este contexto las universidades tendrán una demanda cada vez mayor de prestación de servicios. Los países en vías de desarrollo no escaparán a la transición hacia la sociedad del conocimiento. El desarrollo no es lineal y estos países no deberán necesariamente transitar la misma senda que los desarrollados antes de llegar a la sociedad del conocimiento. En virtud de la fuerte tendencia hacia la globalización de todas las actividades de la sociedad mundial, los países en vías de desarrollo también tendrán que incorporarse a esta tendencia.
La virtualización de la enseñanza y el aprendizaje en la educación superior constituye una esperanza y una promesa, si se conduce adecuadamente y con una visión clara de sus posibilidades y limitaciones. En cuanto a sus posibilidades mencionaremos las siguientes: reducción de costos operativos de los programas de enseñanza y aprendizaje, mayor control del aprendizaje por parte del educando, mayor interactividad entre educandos y entre educandos y educadores en ambientes de comunicación electrónica, aprendizaje individualizado al ritmo de cada estudiante, cambio del rol del profesor de transmisor a facilitador. Todo ello parece una oferta tentadora para la educación superior, sometida a tantas presiones por una fuerte demanda social. Entre las limitaciones, podemos mencionar las siguientes: existen muchas desigualdades respecto a su grado de incroporación a INTERNET y a su apropiación de la informática y la telemática, desigualdades entre países, entre regiones y localidades de un mismo país, entre grupos y clases sociales dentro de un mismo país, entre organizaciones de diferentes sectores institucionales de la sociedad; resistencia al cambio por parte de grupos sociales que temen a la innovación por temor a un desplazamiento laboral y social y por parte de miembros de generaciones diferentes; costo aún relativamente elevado de la tecnología y el acceso a la conectividad telemática en países en vías de desarrollo; escaso poder adquisitivo de vastos sectores de la población para acceder a las nuevas tecnologías, especialmente de países en vías de desarrollo; complejidad de aprendizaje de la tecnología por parte de muchos sectores de la población. Muchas de estas desigualdades están enraizadas en una desigualdad mas profunda derivada de las diferencias de riqueza entre países desarrollados y en vías de desarrollo y su resolución dependerá de la evolución del desarrollo mundial y del grado de equilibrio que logre alcanzar al reducir la brecha entre ricos y pobres. Ellas escapan al control directo de los planficadores de la educación superior. Pero, algunas desigualdades y limitaciones podrían atenuarse.
Existe un factor muy importante que influirá decisivamente en la evolución futura de la educación en sus distintos niveles y que ha sido soslayado con frecuencia por muchos especialistas. Se trata del surgimiento de una nueva generación de jóvenes que están creciendo en un mundo impregnado de tecnología electrónica y medios electrónicos, totalmente opuesta a la filosofía de transmisión lineal de información sin interacción, que es el modelo de la televisión y otros medios de comunicación de masas. Por otra parte, esos jóvenes muestran una gran facilidad y versatibilidad para el aprendizaje de esa tecnología, pues ella es esencialmente interactiva, muy adaptada a las características psicológicas, necesidades y aspiraciones de esos jóvenes. Por primera vez, una generación mas jóven domina una tecnología mejor y mas rápido que la generación adulta, lo cual no se había producido en toda la historia de la humanidad. Michel Cartier ha vislumbrado claramente este fenómeno y ha puesto de relieve el papel que podrían jugar las diferentes generaciones de usuarios en la futura sociedad del conocimiento (Cartier, 1997). Igualmente, a un nivel mas específico, Don Tapscott ha publicado recientemente un exhaustivo estudio sobre este fenómeno, basado en el análisis de experiencias de miles de niños y jóvenes en el uso de INTERNET y ha bautizado a esta generación con el nombre de "Generación N", o "Generación Network" (N-Generation o Network Generation) (Tapscott, 1998). Una pregunta que deberán responder los planificadores y dirigentes de la educación superior es ¿ que pasará cuando esta generación llegue a la Universidad ? ¿ están preparadas las universidades para responder a las expectativas y aspiraciones de una generación que dominará la tecnología mejor que sus profesores ?. Estan son cuestiones que deberían motivar a las organizaciones de educación superior a programar sus actividades con una visión prospectiva si desean sobrevivir como tales y ofrecer oportunidades de aprendizaje de calidad y pertinentes a las exigencias de estos jóvenes. Las exigencias que estos jóvenes formularán al sistema educativo no están aisladas de un contexto, ellos serán los agentes a través de los cuales la nueva sociedad del conocimiento formulará sus demandas al sistema educativo e impondrán su cultura en esa sociedad. Sin duda, el tránsito de estos jóvenes por el sistema educativo deberá ejercer una fuerte presión hacia el cambio y no se contentarán con soluciones tradicionales a sus problemas de aprendizaje. Van a exigir interactividad, dinamismo, un nuevo papel para el profesor, mayor pertinencia de los contenidos de educación en relación con su mundo real y podrán discriminar mejor la calidad de la educación que se les está impartiendo, pues podrán acceder al vasto reservorio de información disponible en con mayor facilidad, lo cual les permitirá comparar diferentes ofertas de aprendizaje.
A un nivel mas específico, se plantea el tradicional problema de la interacción usuario-sistema, cuando enfocamos las posibilidades y limitaciones de la virtualización. Las universidades tradicionales deben aumentar su grado de interactividad con sus usuarios en el mundo virtual, para pasar de la interactividad informativa a la interactividad transaccional. Es deseable que los sitios web universitarios, especialmente los de universidades de países en vías de desarrollo tengan un carácter mas atractivo para sus usuarios, se integren plenamente de manera funcional a la vida de la organización y no sea una simple pantalla de presentación en el Ciberespacio. El usuario es sin duda el centro de todo proceso de generalización de una nueva tecnología y la garantía de su éxito. La acción principal debe centrarse en los dos actores principales del proceso de enseñanza: profesores y estudiantes. Todo sistema de enseñanza virtual debe comprender, al lado de su oferta básica de servicios, servicios de sensibilización y entrenamiento de usuarios, dada la novedad de las introducción de las tecnologías implicadas en estos procesos. Esa formación no debe restringirse exclusivamente a los aspectos técnicos de uso del "software" y de la navegación en el Ciberespacio, sino comprender igualmente, de manera complementaria, un proceso de modificación de hábitos de aprendizaje, de enseñanza y de trabajo en general y de cambio de actitudes con respecto a la relación entre el usuario, la tecnología y los medios y dispositivos tecnológicos físicos y lógicos empleados para utilizarla. Cuando ese cambio de actitudes y hábitos se produzca, los actores experimentarán una necesidad genuina de virtualización de su vida en general y actuarán en consecuencia para satisfacer sus necesidades en el Ciberespacio.
La implantación de la enseñanza y el aprendizaje virtuales es mucho mas compleja en el caso de universidades que funcionan en una sede física de manera presencial. Ello implica una elección de cuales actividades virtualizar y cómo se van a relacionar con las tradicionales. El principal peligro deriva del peso de la tradición y de las resistencias que siempre genera una innovación tan profunda como la de la informática y la telemática en la sociedad. La educación se ha venido impartiendo por medios de comunicación relativamente familiares para nosotros que tienen una larga existencia y forman parte de nuestro ambiente social cotidiano. La informática y la telemática son mas "misteriosas" y puede resultar difícil cambiar la actitrud de profesores y estudiantes acerca de la calidad de la enseñanza que se pueda impartir a través de la telemática y su acreditación en la sociedad. Este es uno de los problemas mas serios a resolver en un ambiente académico tradicional.
La factibilidad de realizar actividades virtuales varía entre
las universidades con sede física. Las universidades tradicionales
tienen a su favor una larga experticia, la acumulación de una excelencia,
una imágen positiva y de prestigio en la sociedad, un gran potencial
de recursos para la enseñanza y el aprendizaje que puesto al servicio
del aprendizaje virtual puede transformarse en un poderoso activo para
ellas, para aliviar la carga organizacional de actividades que se realizan
de manera presencial y la carga financiera que ellas representan. Sin embargo,
esa tradición puede convertirse en un obstáculo a la innovación
y un fuerte factor de resistencia al cambio. Las universidades nuevas y
las organizaciones no-universitarias de educación superior, tienen
a su favor la flexibilidad que les da la misma ausencia de tradición
y de rutinas y hábitos acumulados en su estructira y funcionamiento
organizacional y en sus actores, pero carecen de la excelencia acumulada
y deben comenzar a construirse una a partir del mundo virtual. Una combinación
de ambas ventajas comparativas, integradas en una red de organizaciones
puede redundar en el logro de una ventaja cooperativa que beneficiaría
a todas las organizaciones (Guedez, 1997). El Ciberespacio es un lugar
muy apropiado para la cooperación y la asociación. En la
misma línea de pensamiento, otra forma de asociación deseable
es la sugerida por Jones, quien propone la fusión entre organizaciones
académicas y empresariales en el desarrollo de la virtualización
de la enseñanza y el aprendizaje, un enfoque que permite combinar
la cautela de la academia con el riesgo de la empresa (Jones, 1997: Capítulo
10).
Referencias
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