Elias Jaua Milano

    Presentación: 

    La ponencia que se presenta forma parte de los estudios que en el área de políticas de comunicación información y cultura adelanto en el Instituto de Investigaciones de la Comunicación ( ININCO ) de la Universidad Central de Venezuela. Este trabajo en particular, problematiza acerca de los retos que imponen las tecnologías de información a la democracia y la gobernabilidad. 

    Como primera premisa, queremos dejar sentado que reconocemos la importancia del desarrollo de la tecnologías de información como auxiliares en el desempeño de muchas actividades sociales y económicas e incluso que nos maravillamos de los recursos y potencialidades que éstas contienen. Igualmente reconocemos que no es la implementación de las mismas, la causante de mucho problemas estructurales de nuestras sociedades, pero también afirmamos que no son las TIC la solución a éstos. En tal sentido, queremos problematizar acerca del carácter demiúrgico que el discurso tecnocrático le quiere asignar a éstas. 

    En tal sentido y como estrategia metodológica identificamos tres núcleo centrales del mencionado discurso tecnocrático y las vías para aproximarse a un estudio critico del mismo. Para finalmente, delinear algunos escenarios para un positivo aprovechamiento social y democrático de las tecnologías de información. 

      

    I. El Integrismo Tecnoliberal y sus discursos. 

    El desarrollo vertiginoso de las TIC ha estado engalanado bajo el ropaje de la libertad, como siempre, el discurso progresista de occidente se resguarda de sus críticos bajo el paradigma de la libertad de los individuos de escojer lo que mejor les convenga. Esta ideología, que oculta los complejos y sutiles mecanismos de generación de consenso en torno a si misma, impone una visión totalitaria de la libertad, que no es otra que la libertad de operar mercantilmente, dejando de lado cualquier consideración sobre otras concepciones sobre la libertad. Es así, como el clásico debate entre libertad negativa ( principio de no interferencia) y la libertad positiva ( condiciones para el ejercicio de la libertad) está presente en el ámbito de la información - comunicación: "De un lado, el derecho de dejar a la autodisciplina y la autoregulación de los actores la responsabilidad de determinar los espacios sociales susceptibles de ser abiertos a la expansión publicitaria. Del otro, la concepción de la libertad de expresión como condición de existencia de una esfera pública y de instancias de control democráticas" ( Mattelart, 1997: 15). 

    Esa primera concepción de la libertad de expresión, en mimesis con el discurso de la libertad mercantil, considera cualquier sospecha sobre las bondades de la tecnoglobalización, un acto destinado a establecer la Santa Inquisición, ésta vez contra los medios de información comunicación y sus soportes tecnológicos. 

    Mediante una propaganda sistemática, se intenta vender un escenario de futuro donde las libertades públicas y particulares se intentan naturalizar con la racionalidad mercantil librecambista: " Déjenlos ver lo que quieran, denles la libertad de apreciar. Demos confianza a su buen sentido. La única sanción aplicada a un producto cultural debe ser su fracaso o éxito en el mercado" ( Valenti, Jack, 1993). 

    El carácter tramposo de afirmaciones como la anterior, deja de lado lo complejo de la lógica mercantil que ha convertido un servicio público, como el de la información -comunicación, en el negocio más lucrativo de la sociedad capitalista. Es impensable que la lógica mercantil, por naturaleza corporativa, pueda autoregularse y mucho menos ser regulados por los individuos que concurren al mercado. No ha sido así con ningún sector empresarial, mucho menos con un sector tan vertiginoso como el que estudiamos. 

    La Sociedad Global, viene en refuerzo del discurso de la libertad de opciones de progreso, de intercambio comercial y cultural. Libertades que sólo son reconocidas si se enmarcan dentro de la cosmovisión capitalista occidental: " El hombre educado del mañana deberá contar con vivir en un mundo globalizado, que será un mundo occidentalizado" 

    ( Drucker, 1993: 15 ). El concepto de globalización, nacido a la sombra de las teorías de la organización intenta homogeneizar , ocultándolo bajo un termino incluyente, una cultura tecnoliberal que se presenta como inexorable e irregulable. 

    Es así como, refrendado por el discurso intelectual del Fin, El Adiós y los Post, la lógica mercantil logra imponer una visión del mundo actual, denominada Sociedad de la Información y presentada como si el acceso a la información dentro de ella, fuera en verdad universal, libre y transparente. 
     

    Acerca del carácter universal

    El acceso a la obtención y difusión de contenidos se presenta como si la totalidad de la población mundial fuese usuario de esa segunda estructura mediatica, que constituyen: la televisión satélital, de suscripción de cable y las redes telemáticas. Revisemos algunas estadísticas actuales, sobre usuarios de telecomunicaciones en el mundo, en América latina en nuestro país: 
     

    Servicios Telefónicos: 

    • En América latina existen siete líneas telefónicas principales por cada cien habitantes. En Suecia existen 65, 3 líneas por cada cien habitantes.
    • Diez países del Norte, con el 20% de la población mundial, tienen casi las tres cuartas partes de las líneas telefónicas del planeta.
    • El 80 % del tráfico telefónico mundial corresponde a la ruta Norteamérica - Europa
    En Venezuela: 
    • Para 1996 sólo el 28,36% de la población activa posee telefonía básica. Se estima que para el año 20000 el 20% de la población total poseerá servicio telefónico.
    • Sólo el 5,59 de la población activa posee servicios móviles celulares. Para el 2000 se estima la cifra en 6% de la población total.
    • En el sector rural existen en la actualidad sólo 43.813 servicios telefónicos, en una población rural de 3.805.539 habitantes.
    Servicios Telemáticos: 
    • El 70 % de las computadoras "host" de INTERNET están en Estados Unidos de América. Sólo 10 países del África poseen el servicio.
    • El 70 % de los Websites se encuentran en Estados Unidos, 14 % en Europa, 8 % en Canadá, 4% África y Asia, 2, 3 % en América latina.
    • 168 países están conectados, el número de usuarios es cercano a los cien millones. Para el año 2001 se estima habrá 3000 millones. Menos del 1 % de la población.
    En Venezuela: 
    • En 1998 se estiman en 100.000 los venezolanos usuarios de INTERNET. Menos del O,5 % de la población. 
    Es evidente que el acceso no es universal y que estamos en presencia de una reproducción de las clásicas estructuras de desigualdad entre países del norte y países del sur, zonas urbanas y zonas rurales, pobres y ricos dentro de las sociedades capitalistas. Hasta ahora el desarrollo de las TIC no muestra ningún indicador de democratización en el acceso a la información y en la posibilidad de comunicación. 

    La respuesta común que suele darse, es que estas tecnologías serán menos costosas en el futuro y por lo tanto todo el mundo tendrá posibilidad de tenerlas o acceder a ellas. Dicha respuesta, no toma en cuenta el cambio operado en la estructura de consumo del actual esquema de acumulación de capital caracterizado por dar prioridad al consumo de élites, en determinados sectores de la producción y el servicio, por encima del consumo de masas. 

    Lo anterior es evidente cuando el 20% de la población más rica acapara el 82% de los ingresos y el 20% más pobre sólo obtiene el 1,4% de éstos (PNUD, 1992). En nuestro país, el 40 % de los hogares se mantiene con ingresos mensuales no superiores a 300.000 Bs. y sólo el 0,45 % obtiene más de un millón de Bs. mensuales. 

    Se nos puede seguir respondiendo que no se trata de que cada quien tenga un computador, sino que pueda acceder a el a través de los centros educativos y las bibliotecas públicas. Veamos algunas cifras: 

    • La tasa bruta de escolaridad que en 1992 era de 58, 3 % disminuyo a 56 % en 1996. La causa: en el año escolar 1994-95, 490.590 escolares de 1º a 9º grado desertaron del sistema, representando aproximadamente el 10 % de los matriculados.
    • En el país sólo existen 35.376 bibliotecas públicas.
    Pero más allá de la discusión sobre ingresos, capacidad de consumo y acceso, están los problemas que se derivan de la pobreza, por ejemplo como superar la barrera del analfabetismo, fundamental para tener acceso a cualquier contenido, electrónico o no. En Venezuela, pongamos por caso, el 6, 79 % de la población total es analfabeta.. De la población entre 10 y 24 años de edad, el 4,6 % es analfabeta. Pero además, no olvidemos que la lengua inglesa es hegemónica en la difusión electrónica, lo cual complejiza más el acceso. 

    Estamos entonces ante una dificultad mayor, no se trata de distribuir computadoras por todo el mundo, se trata de preguntarse como pueden ser utilizadas y para que sirven estas tecnologías en determinados contextos. 

    Primera aproximación crítica, no estamos en una sociedad de la información, sino de un sector social minoritario, impactado por las tecnologías de información, que se separa a pasos vertiginosos del resto de la sociedad, haciéndola más elitista y excluyente. 

     

    Acerca de la libre escogencia individual de opciones:  

    Desde este discurso se plantea que la superación de la primera estructura de los medios ( televisión de señal libre, cine y radio) ha permitido, en la segunda estructura mediatica, una diversificación de estilos y contenidos que nos permiten escoger lo mejor o lo que nos guste 

    Superando nuestra primera aproximación, es decir dejando de lado a los usuarios de los cuatros canales nacionales y no conectados a la red, diremos que es necesario profundizar sobre las concepciones de libertad positiva y negativa para comprender que la libertad de opciones, en este caso se remite a la libertad de como operar mercantilmente dejando de lado cualquier consideración sobre las condiciones sociales y culturales de la población . 

    Dentro del debate filosófico sobre la libertad, la concepción negativa de ésta postula que la misma sólo existe cuando hay ausencia de interferencia por parte de otros en la realización de mis aspiraciones individuales. Para autores como Jhon Mill, "... la única libertad que merece este nombre es la de realizar nuestro propio bien a nuestra manera", aunque para ello fuera necesaria la compulsión, esa es la función de la ley, del Estado "...ejercitar las funciones de un sereno" ( citado en: Berlin, ) 

    La concepción positiva de la libertad, si la tomamos en su acepción más general, lleva implícita una idea de autodirección colectiva, de ser dueño de la propia voluntad, lo cual es posible si no me lo impiden, pero también si tengo las condiciones para realizarla: "El ideal de la verdadera libertad consiste en que todos los que forman parte de la sociedad humana tengan por igual el máximo poder para hacer de ellos lo mejor" "El criterio absoluto de no interferencia llevaría a que los hombres pudieran interferirse mutuamente, esto conduciría al caos social, donde las mínimas condiciones de subsistencia no estarían satisfechas, o si no las libertades de los débiles serían suprimida por los fuertes " ( T.H Green citado en: Berlin, ) 

    El discurso tecnoliberal, apoyado en el principio de no interferencia cuestiona la más mínima interevención estatal o regulación social sobre contenidos mediáticos que afecten a los sectores de la población o a las culturas más vulnerables. Se sataniza la necesidad de formular políticas públicas en defensa de los derechos económicos, sociales y culturales de la población, el asunto de la información es sólo un problema de los actores del mercado " ...si existe un mercado de pedofílicos, yo como servidor comercial de información debo atenderlos...". Mientras tanto, la sociedad civil es una convidada de piedra. 

    La estrategia mercantil propagandiza y atiza el discurso de no interferencia, para garantizar sus ganancias. Así moviliza a las masas de internautas para aplastar la Comunication Decency Act, un intento de proteger a un sector vulnerable de la población como son los niños. De nada valieron los excelente argumentos de especialistas, padres y juristas contra el argumento de la libertad de expresión de la mayoría ( el 1 % de la población mundial, si es que opinaron todos los usuarios de INTERNET en contra de la CDA ). 

    El mayor mentís a la libre escogencia, es cuando se nos plantea que el acoplamiento a las tecnologías de información es ineludible para cualquier sociedad, independientemente de que sea así, subyace aquí un discurso ideológico totalitario en tanto que saca a la implementacion de las tecnologías de información y a los contenidos que se difunden a través de ellas de cualquier escenario de discusión política y de cualquier posibilidad de regulación social. 

    No obstante, se acepta la regulación mercantil ( pagos mensuales para codificaciones pagadas para acceder a los canales de televisión satélital y número de tarjeta de crédito para obtener determinada información o contenidos en la red) lo cual constituye una traba en la libre escogencia de muchos de los incluidos en la segunda estructura mediática. Nuestra segunda aproximación es que, el supuesto de libre escogencia está determinado por un uso mercantil extremista de las tecnologías de información. 

      

    Acerca de la transparencia de la sociedad de la información: 

    La globalización, potenciada desde los medios de comunicación es el escenario de un nuevo tipo de relaciones sociales, donde el caudal de información que puede ser transmitida desde la infraestructura telemática "... cambiará, subvertirá nuestras sociedades, nuestras costumbres, nuestras formas de producción y de organización política y ciudadana, nuestra educación, nuestros gustos, nuestros hábitos y placeres" (Valenti, 1997:1). 

    Es así como se concibe que la noción de ciudadanía se ha trasladado al escenario de la comunicación y del consumo. Los partidos, sindicatos y otra organizaciones representativas de lo público, son sustituidos por los medios de difusión satelitales - telemáticos, instrumentos más plurales y de mayor extensión donde expresarse las distintas prácticas culturales, políticas y cotidianas de la sociedad actual. 

    La aparición de las distintas prácticas de los grupos de jóvenes urbanos en la diversidad de canales de televisión y a través de las redes telemáticas, son presentados como indicadores de una apertura, posible sólo a través de las tecnologías de información, a significados culturales que antes eran desconocidos. 

    Igualmente, en el plano político se considera que el consumo de la información, difundida a través de los satélites y de Internet, sobre las opiniones y acciones de movimientos como el zapatista o el MRTA en Perú son expresión de un proceso de democratización política mediante el reconocimiento de las aspiraciones de la minoría, incluso siendo éstas violentas. 

    Consideramos dos vertientes problemáticas frente al discurso de la transparencia: Primero el que las distintas prácticas y expresiones culturales y políticas aparezcan hoy día en los distintos medios de difusión e información, sólo es posible en la medida en que éstas son inocultables ya sea por ser practicas extendidas o por la notoriedad que implica una acción armada, por ejemplo. En tal sentido, es nuestra opinión que la transparencia de los medios, es fundamentalmente un problema de marketing. Se trata de dar paso libre a la abundancia de contenidos locales y subterráneos, con el fin de ampliar la población consumidor. 

    Se nos responderá con razón, pero el hecho es que se reconoce la diversidad. He aquí la segunda problematización: el carácter mercantil y de espectáculo que asumen practicas que se forjaron como formas de resistencia político cultural, en los grupos minoritarios, terminan siendo banalizadas y rutinizadas en el escenario de la divulgación telematica audiovisual, sin que eso signifique una aceptación real de las diferencias: los jordan, serán siempre reprimidos por la policía y rechazados por otros grupos sociales, los indígenas de Chiapas en nada han logrado mejorar su situación, aún cuando aparezcan frecuentemente. en CNN y tengan una página Web. Por lo demás no son los sectores convergentes cultural y políticamente los que acceden a la información de sus pares, por lo tanto la eficacia política en términos de concreción de reconocimientos reales es precaria. 

    Nuestra ultima aproximación, más que sociedad de la transparencia vivimos una sociedad del espectáculo, difundida a través de la tecnologías de información. 

      

    Breve reseña curricular del autor: Berlin, Isaiah: Libertad y Necesidad en la Historia, Revista de Occidente, Madrid, 1974, pag. 136. 

    4 ibídem, pag. 147, nota al pie nº 11, citando a T.H. Green. 

  • 5 ibídem, pag. 138.
  • Elías José Jaua Milano, Sociólogo (UCV, 1995), Tesista de la Maestría en Ciencia Política de la U.S.B, Investigador del Instituto de Investigaciones de la Comunicación de la UCV, en el área de políticas de comunicación, información y cultura. 

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