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En la sociedad del conocimiento y alta especialización, cuando la economía tendrá como elemento motor a las Tecnologías de Información y Comunicaciones (TIC), según Rosales (1996), se exigirá flexibilidad y agilidad, además de productividad y calidad, como requisitos mínimos para que las empresas permanezcan en juego. En ese entorno, el papel que desempeñarán las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) es motivo de un diálogo y de opiniones de amplísimo espectro, abarcando desde el cuestionamiento de su permanencia hasta los extremos más optimistas, pasando por toda la gama de posibilidades intermedias. En el presente trabajo vamos a presentar un escenario posible de supervivencia para las PYMES venezolanas, en un ambiente de dura competencia global. No es un enfoque optimista a rajatabla, pues se plantearán también las dificultades que obstaculizan el camino hasta allá, así como las condicionantes ambientales para que podamos apostar, con chance, por la opción de que el futuro será halagüeño para la supervivencia de las PYMES venezolanas. En "Cibersociedad", su más reciente libro, Luis Joyanes (1997) plantea que para las PYMES: "Existen dos campos en los que podrán competir muy eficientemente: la subcontratación (outsourcing) y en actividades relacionadas con la informática móvil (teletrabajo, oficinas móviles y trabajos relacionados con Internet y servicios de información en línea)". En cualquiera de los campos que menciona Joyanes, las PYMES del futuro tienen que estar en capacidad de responder con las condiciones mencionadas por Rosales, pero además deben responder con argumentos propios de esa realidad. En la actualidad, prolegómenos de esa sociedad, las PYMES en general no son muy diferentes de la sociedad media del país, de este pequeño país con dificultades económicas y problemas de visión. Sin embargo, el tiempo, inexorable, no se detendrá a esperar que estemos boyantes para permitir que "el mercado mundial pase ahora por la calle donde está su empresa", como acertadamente señala Vicente Falconi Campos (1995). Así que imaginar respuestas es tarea inmediata. En estos numerosísimos años-Web, en escasos 5 años cronológicos, el caso de excepción de las PYMES venezolanas son aquellas que se han adentrado en las posibilidades de las TIC, (sería interesante saber con cuáles fines específicos, o si sólo es para estar "in"); lo cierto es que apenas se encuentran, según Alfons Cornella (1997), en la primera etapa de las edades de la WEB, que es estar "como sea en la WEB", así, que tal como lo refleja una caricatura de marzo del 97: "Tengo mí página WEB, luego existo"; la segunda, "Dar Valor Gratuito" y la tercera, y actual, el "Desarrollo de Comunidades Virtuales". Cornella (1997) caracteriza a las "Comunidades Virtuales" fundamentalmente como medios para el desarrollo de mercados, o nichos, a los cuales acceder posteriormente con aspiraciones de exclusividad. El planteamiento que haremos a continuación sugiere una etapa superior de una comunidad virtual, no reactiva a los designios de un promotor sino proactiva, en la cual los miembros serían PYMES demostrando cultura de información, y dispuestas a que cuando el destino les alcance, el dinero también. El futuro del que se habla en este trabajo, no se ha precisado en términos de tiempo, dadas las magnitudes de los cambios y de las grandes decisiones que se requieren, pero las aperturas económicas globales del 2005, son una referencia inquietante, aunque no limitante, pues quizás no signifique más que el inicio real de la carrera, que en los actuales momentos pudiera estar solo en la vuelta de reconocimiento.
EL CIBERCONGLOMERADO DE PYMES, ¡pues sí, son siete sílabas! El Ciberconglomerado de PYMES es un conjunto dinámico de empresas, física y patrimonialmente, independientes que libremente decide mejorar sus posibilidades competitivas con la conjunción de capacidades para la negociación, diseño, producción y distribución en bloque de bienes y servicios, intra y extra conglomerado, basándose en un espacio virtual e interconectado creado, utilizando redes públicas, y mantenido para proporcionar respuestas oportunas y flexibles al mercado. De los dos campos de acción para las PYMES identificados por Joyanes, profundizaremos en la subcontratación, considerándolo como el menos obvio de ambos para el empleo de la TIC en las PYMES. Veremos que el éxito de tal sistema es la agilidad y flexibilidad para dar respuestas adecuadas, lo cual requiere no sólo sistemas productivos afinados sino un sobresaliente manejo y comunicación de la información entre las partes contratantes, para lograr la entrega de lo solicitado, en el momento adecuado, en el lugar preciso y en la cantidad requerida, al precio justo y en condiciones de seguridad. Esto podríamos resumirlo como expresión de la calidad del subcontratista. El sistema de producción "Justo a Tiempo" es una directriz para el desarrollo de sistemas interconectados de empresas. El sentido tradicional, si cabe la expresión, de las keiretsu japonesas supone un conjunto de subcontratistas tributarias de una gran empresa, en las condiciones de calidad ya mencionadas. Sin embargo, el ciberconglomerado puede ir mucho más allá que las keiretsu, en la medida en que el propio ciberconglomerado, o parte de él, funcione como una empresa flexible en el más estricto sentido de la palabra y pueda competir en ciertos mercados, como una gran empresa con su imagen de marca y presencia propia. Sin dejar de lado, la posibilidad de que partes de él, dinámicamente, actúen como subcontratistas de grandes empresas, al estilo de las keiretsu. Al definir el ciberconglomerado dejamos claro que las empresas serían independientes, y por tanto, cada una de ellas, siendo una empresa integrada a la gran red, podría actuar individualmente en los negocios cuyas dimensiones permitan que pueda ejecutar en solitario, manteniéndose en competencia con otras colegas dentro del gran esquema del ciberconglomerado.
Debemos diferenciar aquí lo que es la coordinación del ciberconglomerado como medio y estructura para lograr que las PYMES mejoren su competitividad. Por tanto, el ciberconglomerado como colectivo demandará una estructura que lo dirija a la obtención de metas, que fije derroteros, planes y desarrollos, que tome decisiones inherentes a su existencia y conducta, tales como estándares, nuevos miembros, permanencia, costos, desarrollos para mejorar el espacio virtual del ciberconglomerado y mejorar la prestación de servicios, y muchas cosas más. Por otra parte, la operación del ciberconglomerado en el cumplimiento de sus fines demanda un liderazgo operativo de las acciones a desarrollarse en el ciberconglomerado. A la hora de negociaciones para adquisición o venta en volúmenes considerables, o para la coordinación de producción, o cualquier otra actividad atinente a parte, o a la totalidad, del colectivo, las posibilidades dinámicas del ciberconglomerado se pondrán en evidencia, porque este aprovechará las destrezas individuales de las empresas al máximo, por área de especialidad, rama de la industria o tipo de negocio, permitiendo que exista un verdadero liderazgo situacional en cada negociación del cual se trate.
Una Pequeña o Mediana Empresa tendrá que cumplir una serie de requisitos básicos para formar parte del ciberconglomerado, algunos desde el punto de vista de tecnologías gerenciales y certificaciones de calidad, indispensables para entrar en liza según Rosales, cuyas consideraciones exceden el alcance de este trabajo, pero también habrá otras, desde el punto de vista de TIC, que determinen su ingreso al ciberconglomerado, y que comentaremos: Deben ser empresas integradas, es decir, los flujos de información internos deben estar perfectamente definidos, perfectamente manejados, es decir, deben ser empresas "informacionalizadas", indispensablemente en la parte administrativa y en las primeras fases, deseablemente la producción. Podemos concluir esta parte citando nuevamente a Joyanes (1997), cuando afirma que las "pequeñas empresas liberadas de la burocracia y la existencia de caros equipos informáticos, así como de grandes infraestructuras físicas, se podrán adaptar a las nuevas tecnologías de un modo más rápido y eficaz que las grandes empresas."
El espacio virtual, creado por el ciberconglomerado, estaría basado en tecnología pública de comunicaciones y tecnología de software de red, el ejemplo actual más cercano, sería JAVA. Cada empresa contará con una infraestructura informática mínima: NetPC o sus sucedáneos, un navegador y un intérprete, tomando como ejemplo JAVA. El conectarse estará en capacidad de utilizar los recursos de software de uso individual, por ejemplo para la integración de operaciones internas, o accederá al software de operaciones colectivas, por ejemplo compras conjuntas. La propia idea del ciberconglomerado y su funcionamiento, allana el camino y posibilita el acceso y el primer paso para que las empresas cumplan el requisito mínimo para ingresar, y es que la primera fase de ejecución del ciberconglomerado es el desarrollo de software de manejo de información interna, para lograr la integración informacional de procesos internos de cada empresa. La economía de este enfoque radica en que el software es el mismo para todas las empresas, con posibilidades de ser "bajado" de los servidores de red, en el momento que se requiera y ejecutado mediante navegadores desde servidores en la red. Considerables ventajas se obtienen al obtener siempre una última versión, además, los equipos que se requieren en las instalaciones de la empresa son más sencillos, que las estaciones de capacidad completa. Posteriormente, se desarrollarán los aspectos relativos a la integración interempresarial, base del crecimiento del tejido que constituirá el ciberconglomerado y que operará, igualmente en la modalidad de software especialmente diseñado que es bajado cuando se requiera a través de TIC. Otro conjunto de aplicaciones, residentes también en servidores, dotadas de inteligencia permitirá la combinación de datos y la dirección del proceso hasta la toma de decisiones humanas. Será en ese momento cuando se hará presente la exigencia de gerentes formados, porque las respuestas deberán ser inmediatas. Cornella (1997) menciona que los gerentes que no usen directamente el Correo-E, si no a través de secretarias, pondrán en peligro la supervivencia de sus negocios porque esa vía de respuesta será muy lenta. Entre las actividades de la PYMES que deben ser apoyadas por estas aplicaciones de uso colectivo en el ciberconglomerado, están:
El desarrollo de la infraestructura del ciberconglomerado, en sí mismo constituye una oportunidad de negocios, pues el desarrollo de sistemas y aplicaciones, para ser alojadas en servidores y compartidas entre los miembros del conglomerado, serán utilizadas pagos mediante, convertidos en costos a la medida, y impactando directamente la productividad. El desarrollo del ciberconglomerado de PYMES venezolanas tendría el atractivo agregado de no tener límites geográficos para su expansión o réplica. Sin embargo, he aquí algunas de las preguntas que surgen:
Claro, no todo es perfecto Obviamente que como en todas las edades de la civilización y en todo proyecto humano, habrá consecuencias no deseadas que desmejoren los resultados, y que de ser previstos pueden ser bloqueados:
A manera de inconclusiones. A estas alturas no puede haber conclusiones TIC´s nerviosos. Pese al rezago existente en cuanto a inversiones nacionales para posibilitar el funcionamiento a cabalidad de las telecomunicaciones, el escollo mayor para el establecimiento y pleno funcionamiento de los Ciberconglomerados de PYMES no parece estar allí. Lo que regulará el ritmo de desarrollo no va a ser la economía de información en el sentido de infraestructura de TIC, si no más bien lo que apretará el acelerador será la cultura de la información, la conciencia y aplicación de información, en este caso para obtener ventajas competitivas. Ciberentorno El ciberconglomerado no puede funcionar como fin
en sí mismo en la sociedad. Requerirá que más allá
de sus límites estén dadas las condiciones para la interacción.
Ese es el papel que deben jugar la Banca, comercio, proveedores, gobiernos
local, regional y nacional.
¿Estándarización o Babel Digital? El funcionamiento de los ciberconglomerados supone el desarrollo de estándares, muchos de los cuales serán de uso interno y susceptibles de ser establecidos por el propio ciberconglomerado, pero cuando se trate de interacción permeada a través de la membrana de la red, serán indispensables los estándares para el intercambio de documentos, por ejemplo.
El funcionamiento del ciberconglomerado será posible en un entorno legal, afortunadamente no exclusivo, aunque decididamente indispensable, para permitir su desarrollo a cabalidad, pues la dinámica de las operaciones y la naturaleza de las transacciones originan derechos que requieren un marco regulatorio comprensivo que dé seguridades para la acción. ¿Cómo serán las relaciones laborales en ese entorno? ¿Cómo controlar el desempeño en el teletrabajo? ¿Un accidente en el hogar mientras se trabaja será un accidente laboral o doméstico? ¿Podremos firmar legalmente contratos electrónicos? Acaso, ¿tendremos un ciberconglomerado a la velocidad del motorizado rumbo a la notaría? |
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