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La conexión de Venezuela a la Internet es un mérito a reconocerle al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, CONICIT, a través de su proyecto Sistema Automatizado de Información Científica y Tecnológica, SAICYT, hito que ocurrió concretamente en febrero de 1992. En Venezuela hay unos 25 millones de personas, de entre los cuales unas 100 mil (0.4%) ya están conectadas a la Internet. En términos de proyecciones suele mencionarse que la rata de crecimiento de usuarios de la Internet es tal que -de continuar su pendiente, así como la del crecimiento vegetativo de la población mundial- ambas curvas se cruzarían hacia el año 2.004... Eso en otras palabras quiere decir que para esa fecha estarían conectados a la Internet todos los terrícolas (incluyendo los que aun no han nacido pero que lo harán antes del 2004!). Eso es prácticamente imposible que ocurra y ya hay evidencia de que la pendiente en la rata de crecimiento de usuarios de Internet está alterando su curso. En nuestro país oímos de los actores más conspicuos predicciones del orden de un millón de usuarios para el año 2.000, lo cual representa un gigantesco crecimiento de 1.000% en un par de años. Una ligerísima aproximación al tema podría hacernos suponer que aquellas personas que aun no utilizan los servicios teleinformáticos de la Internet lo harán tan pronto les llegue su turno en la lista de espera. Eso es tan ingenuo como suponer que quienes padecen otros tipos de marginalidad se beneficiarán de las bondades del desarrollo social tan pronto les llegue su turno en la lista de espera. Nosotros sostenemos que un vasto número de quienes aun no son usuarios de la Internet constituye una población diferente de aquellos que ya lo son. Asimismo es evidente que el entorno en el cual se daría el reclutamiento de los nuevos usuarios es cualitativa y cuantitativamente distinto a la experiencia pasada. Seguidamente hacemos algunas consideraciones en apoyo a lo arriba postulado.
No es descabellado asumir que una vasta cantidad -si es que ya no es la mayoría- de usuarios potenciales confrontan barreras que los mantienen marginados. De entre las cuales se mencionan:
Un caso particular lo constituye un enorme volumen de personas que ya utilizan algo de lo que ofrece la Internet, pero que no tienen una formación básica que les permita apoderase de la herramienta. Para designar a este tipo de usuarios hemos acuñado el término "analfaBITas funcionales". Una característica de ellos es su resistencia activa a proseguir su proceso de capacitación Otros con resistencia activa son aquellos que tienen prejuicios contra la tecnología en general (tecnofobia) o contra la computación en particular. Asimismo los hay que se labraron falsas expectativas y que se frustraron en su incursión inicial en la red, bien sea por los costos, por la complejidad de los procedimientos, o por el rendimiento de sus esfuerzos de búsqueda de información. Metafóricamente diríamos que las agujas ya son muchas y su incorporación veloz, pero el pajar es inmenso y su crecimiento es exponencialmente acelerado. Finalmente debemos mencionar el hecho de que el perfil de los usuarios
viene cambiando: de un comunicador interpersonal (e-mail), pasamos a un
integrante de comunidades virtuales (listas, news), para tornarse en un
"navegante" del Web (WWW) más o menos pasivo. Vemos la emergencia
de un actor que quiere ofrecer servicios a través de la red, lo
cual acarrea requerimientos distintos en cuanto a su capacitación.
Factores relacionados con los servicios Ya no basta con impartir educación sobre el uso del correo electrónico. Hemos visto aparecer una interesante variedad de servicios teleinformáticos con potencialidades y especificidades diversas, lo cual naturalmente que impacta la cobertura de los tópicos a impartir. Para un mismo servicio teleinformático (i.e. e-mail, www) se han popularizado distintas aplicaciones para su manejo (i.e Internet Explorer, Netscape, Eudora, etc.), lo cual ha de contemplarse en los cursos. La masificación del multimedia ha traído consigo una oferta de mayor variedad de objetos informacionales tales como:
Indudablemente que la enorme aceptación que ha tenido el World
Wide Web es función de la integración de ambientes multimedia.
Su plena utilización demanda de periféricos especializados
(altavoces, micrófono, mando de juegos, pedales, lentes, cascos,
guantes, etc.), todo lo cual complejiza la configuración –si no
la interacción- a nivel del sistema local.
Otros Factores.- Todos coinciden que el crecimiento anárquico y masivo que ha experimentado la red es un terreno propicio no solo para el uso sino también para el abuso. Los nuevos entornos comunicacionales están exigiendo la emergencia de marcos regulatorios para proteger a los distintos actores. Un caso frecuente es la utilización indebida de productos informacionales respaldados por una indelegable autoría intelectual. No siempre los ilícitos obedecen a una intención delictual. A veces es por falta de conocimiento acerca de la legislación vigente, de ahí que sea este un tema –y muy importante- a incorporar dentro de la educación a impartir. El grado de diseminación de los llamados "virus informáticos" ha alcanzado niveles tales que las medidas correctivas son cada vez menos efectivas. Sólo una adecuada campaña de sensibilización sobre este tópico podría resultar de un impacto significativo. Tal como es el caso con su contraparte biológica, las medidas preventivas resultan mucho más efectivas que las correctivas, y para que puedan asumirse con propiedad es menester un proceso educativo sostenido. El tema de la obsolescencia es uno que impacta la capacitación de todos los usuarios. Tan pronto se acomete un programa de capacitación aplicado a una determinada herramienta informática, máximo si es específica de un determinado equipo, surge la nueva versión de Software o de Hardware, momento en el cual el usuario queda una vez más rezagado en su actualización tecnológica. Hace relativamente poco tiempo -entre una audiencia de público en general- era altamente factible contar con personas que no habían siquiera oído hablar de la Internet. Eso ha cambiado drásticamente. Los mass media han venido desplegando una intensa campaña de diseminación de información sobre estos temas. Para bien o para mal eso determina que los educandos ya tienen ideas preconcebidas sobre la cultura Internet. La velocidad con que ocurren y la magnitud de las innovaciones en el
mundo teleinformático pone a prueba la vigencia de cualquier plan
educativo más allá del corto plazo. Si, por ejemplo, la red
evoluciona hacia un nuevo paradigma en el cual el usuario sólo cuente
con una infraestructura mínima y todos los recursos los reciba de
la red, es previsible que su capacitación será sensiblemente
diferente a la que se pueda impartir con modelo actual.
Criterios de Segmentación.- Nos resulta evidente que ninguna organización aislada puede dar respuesta global a todos los requerimientos planteados en relación con el reclutamiento de nuevos usuarios y la reivindicación de la cultura Internet. A tal efecto sugerimos un abordaje del problema basado en los siguientes criterios de segmentación.
Una reflexión ordenada sobre esta temática nos lleva a plantear la necesidad de establecer las siguientes acotaciones de carácter estratégico: Según la orientación, el énfasis ha de ponerse en la inducción y en la formación de formadores, dejando a otros actores las labores de formación de usuarios finales y de proveedores de bienes o servicios basados en las TI. Según el nivel de profundidad, la inducción ha de ser introductorio, pero la formación de formadores necesariamente ha de ser a nivel avanzado. Se pretende con esto último velar por que se preserve la cultura Internet en todo su potencial, neutralizando así a perniciosa tendencia que viene observándose de "profesores" de Internet quienes escasamente tienen un par de meses de exposición con la herramienta (y eso limitado a la navegación por el Web). Según el tipo de soporte, la inducción ha de ser autoinstruccional Off Line con soporte On Line, mientras que la formación de formadores ha de ser presencial con soporte On Line. Según el tamaño de la audiencia, la inducción debe ser masiva y la formación de formadores a nivel grupal. Se deja a otros actores las labores relacionadas con los grupos pequeños y con los individuos. Según el medio de presentación del material de apoyo, la inducción debe basarse en videocasetes (VHS), impresos y eventualmente disquetes. La formación de formadores se valdría de CD-ROM, complementados por el acceso remoto a servidores a través de la Internet. Según la modalidad pedagógica, la modalidad de elección para la inducción es la autodidacta, complementada por charlas a través de los mass media. La formación de formadores se hace mediante cursos teóricos y talleres ("hands on"). En particular se ha de hacer un uso intensivo de la escuela virtual. Nuestra opinión es que este campo es particularmente propicio para la "coopetencia" entre los distintos Proveedores de Servicios Internet (ISP). La concertación de voluntades y recursos para operar un sistema de formación de formadores, debidamente certificados, así como para la producción de los materiales de apoyo que conlleven el aval de un pool de organizaciones idóneas para respaldar la calidad de dichos materiales. Sería sumamente eficiente el concertar acciones mancomunadas con los "mass media" tradicionales. El ente que represente al pool de organizaciones mencionadas podría suministrar material a los mass media para su difusión al gran público. Finalmente, pudiese ser muy interesante el considerar el valor de exportación que tengan los productos informacionales que el grupo produzca, con miras a su eventual comercialización en el mercado mundial de habla hispana. |
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