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Las tecnologías de la información y comunicación constituyen sin duda alguna una matriz fundamental y un elemento estratégico para el desarrollo de la sociedad en su conjunto.
El caso que se pretende presentar, es el de una experiencia piloto que, proviniendo desde la iniciativa privada, pretende incidir en la aproximación de las políticas de apoyo y promoción sectorial a la realidad diversa y heterogénea de la pequeña y microempresa.
Se trata de una pequeña empresa de consultoría, unipersonal y flexible, con amplia experiencia en la temática sectorial, que utilizando los recursos que ofrece el desarrollo de las comunicaciones y manejo de información en nuestros días y con medios relativamente modestos pretende ocupar un nicho de mercado desde el cual apoyar las formulación de políticas sectoriales públicas y privadas, desde una perspectiva sostenible.
Se trata de una iniciativa que se basa en cuatro pilares:
El uso y aprovechamiento de la información existente.
La captura de datos e información complementaria.
La organización de la información facilitando su acceso.
La agregación de valor a la información, a través del uso de modelos analíticos que unan las dimensiones sociales y económicas de la realidad de la pequeña iniciativa económica.
La ponencia que presentamos a continuación constituye la descripción de un intento, todavía incipiente, de combinar dos experiencias de trabajo recientes: en la primera, se logró integrar variables de origen múltiple en un sistema de indicadores a nivel de 26 provincias del Occidente Boliviano, para facilitar la toma de decisiones de política pública; en la segunda, se logró conformar un sistema de información sobre la actividad productiva urbana a nivel de pequeñas unidades económicas, conformada por un censo y una encuesta aplicada a una muestra de tales establecimientos.
En el primer caso, la metodología fue enfocada a la constitución de un sistema de indicadores que orienten acerca del potencial de desarrollo regional, expresado por los resultados de los fenómenos distributivos que crean o cierran oportunidades a la población en relación a la satisfacción de sus necesidades más importantes.
En el segundo caso, la metodología fue concebida para la constitución de un sistema de seguimiento del sector microempresarial. Ello implica la constitución de un marco de referencia estadístico censal, que permita realizar estudios seriados y periódicos a profundidad por la vía del muestreo, o que permita, adicionalmente, realizar estudios especiales, puntuales, con capacidad inferencial y niveles de confiabilidad totalmente controlados.
Ambas experiencias fueron estructuradas a partir del empleo de un sistema de análisis espacial que permite integrar bases de datos con referentes cartográficos, a nivel de pequeñas unidades de análisis, como pueden ser barrios urbanos o pequeños municipios rurales.
El intento pretende poner en manos del público, y particularmente del Estado, información que facilite la toma de decisiones, en un marco en el que la tecnología de información y comunicaciones se constituya en un elemento estratégico para el desarrollo en un contexto de progresiva equidad social.
Hasta hace un tiempo, la economía académica pensaba que la distribución era una consecuencia del crecimiento económico. En los últimos años cada vez más voces de cientistas sociales sostienen lo contrario, dando origen a un nuevo consenso.
El economista alemán Dieter Senghaas, tratando de buscar elementos comunes en las diferentes configuraciones de desarrollo europeas, y tras examinar el contexto socio estructural e institucional en el que se produjeron (recursos naturales, número de habitantes, consolidación de los estados nacionales, infraestructura, inversiones extranjeras, política de comercio exterior y factores culturales), concluye que los éxitos de desarrollo diagnosticados estaban vinculados en el ámbito socioestructural, institucional y político. Los elementos comunes eran la distribución de los recursos, el desplazamiento del poder político en beneficio de nuevos grupos económicos en el curso del proceso de desarrollo y el aumento de la productividad total.
La Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) procuró examinar las principales enseñanzas que ha dejado la crisis económica de los años ochenta y, a partir de ello, dio lugar a una propuesta de desarrollo a los gobiernos de sus estados miembros en la que se considera como tarea primordial la transformación de las estructuras productivas de la región en un marco de progresiva equidad social.
En la Agenda 21, aprobada en la Cumbre de la Tierra, ha sido consagrada la definición del "desarrollo sostenible" como aquel "que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades". La conceptualización del Desarrollo como crecimiento económico tuvo como resultado persistente la invisibilidad de las mujeres en los programas y proyectos generales, no reconocimiento de sus experiencias y habilidades diferenciales. Desde la publicación "Reporte de pobreza" el Banco Mundial ha delineado un criterio político para luchar contra la misma, ello animó al Banco Mundial a impulsar el lema "Growth with equity".
El PNUD también ha resaltado la urgente necesidad de combatir la pobreza con la estimulación de la empresa de pequeña escala. El Informe de Desarrollo Humano desde 1989 proporciona una clara evidencia de un mayor deterioro en la ya miserable existencia de millones de personas en los países en desarrollo.
En la Cumbre de Desarrollo Sostenible realizada en 1997 en la Cuidad de Santa Cruz, Bolivia, los presidentes y representantes de 20 naciones se reunieron para presentar resultados y preparar futuras acciones apuntando a un desarrollo que fomente la equidad social.
Este amplio consenso internacional acerca de que las vías del desarrollo pasan por la búsqueda de la transformación productiva, en el marco de una progresiva equidad social, precautelando que el logro de oportunidades de desarrollo de hoy no comprometa negativamente las oportunidades de desarrollo de futuras generaciones, tiene como uno de sus pivotes centrales a las pequeñas unidades económicas, cuyo fortalecimiento y progreso es ya una condición del desarrollo.
La pequeña unidad económica productiva está constituida por un conjunto muy amplio de iniciativas de diferente naturaleza, y solamente una parte de ellas tiene un perfil empresarial. Su composición refleja la diversidad de formas productivas y estrategias de reproducción que ha asumido la población en diferentes escenarios geográficos, económicos, sociales y culturales.
Los elementos que hacen heterogéneo a este sector son las importantes diferencias existentes entre las ramas productivas, la presencia de múltiples identidades sociológicas asociadas a un país pluricultural y multilingue, los distintos grados de desarrollo empresarial, el diverso grado de participación de la mujer y la familia en la actividad productiva y las diferentes configuraciones tecnológicas existentes, entre las más importantes. A ello se debe agregar la diversidad de condiciones de entorno que afectan el desenvolvimiento económico en las regiones que conforman la geografía nacional , y la distancia que los productores toman con respecto al Estado, que a veces ha sido expresada como informalidad.
Aún cuando la pequeña unidad económica es de muy antigua data en nuestro continente, la atención estatal ha sido puesta en la micro y pequeña empresa, básicamente a partir de la implementación de las políticas de ajuste estructural de los años 80, buscando, con estas últimas, nuevas alternativas al desempleo.
Particularmente en el caso de Bolivia, estas políticas han resultado muy poco efectivas en la promoción de estas unidades económicas, debido a que su diseño no incorporó un conocimiento profundo de las identidades en que se segmenta este universo. Este mismo panorama ha sido observado también en el caso de otra importante fuente de recursos de apoyo a la pequeña y microempresa, como las organizaciones no gubernamentales.
Los defectos principales de las políticas públicas han sido dos: de un lado la aplicación de medidas generales que, al no considerar la heterogeneidad del sector, resultaron finalmente inapropiadas. De otro lado, se basaron en herramientas de gestión pensadas para establecimientos económicos de mayor dimensión y diferente identidad.
Adicionalmente las políticas generadas tanto desde el ámbito público, como privado, se han concentrado en la aplicación de ciertos instrumentos como el microcrédito y la capacitación.
En el primer caso, la búsqueda de modelos sustentables, ha generado iniciativas que proporcionan recursos de capital de corto plazo, a tasas de interés mayores a las del mercado, constituyéndose en fuentes de sustracción de sostenibilidad de las pequeñas iniciativas económicas. En el segundo caso, se ha procedido a la aplicación masiva de programas de capacitación, sin considerar la diversidad de modalidades de gestión con que operan estas unidades.
Finalmente, las políticas públicas han hecho abstracción de la relación directa que existe entre las condiciones de entorno (o condiciones sistémicas) y la dinámica económica de estas unidades.
Se encuentra demasiado agregada.
Se encuentra dispersa y fraccionada.
Es difícilmente accesible.
Todo ello la hace poco útil.
De este modo resulta difícil generar iniciativas que respondan a la heterogeneidad sectorial y sus especificidades regionales, y quienes intentan hacerlo, encuentran finalmente un importante obstáculo en la cantidad, calidad y oportunidad de acceso a la información.
Por otra parte, en un país donde la presencia de la economía informal es cada día más marcada, la distancia que toman las pequeñas iniciativas económicas con respecto al Estado es cada día mayor. Esto dificulta la labor de las entidades oficiales especializadas en información como el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), y limita su acceso a tales establecimientos económicos.
El resultado es muy claro, si comparamos dos intentos privados de captura de información y un intento público en el curso de los últimos diez años. La comparación de estos resultados, logrados por el Sistema de Información Industrial Privado (SIIP) en 1987, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en 1994, y el Programa de Apoyo a la Microempresa en Areas Urbanas y Periurbanas (PROMMI) en 1997.
Carácter
del caso.Como se indicó en la introducción, la presente ponencia presenta, en primera instancia, dos experiencias de Tecnología, Información y Comunicación (TIC), que se pretenden integrar para la conformación de un concepto y un sistema de información que sea capaz de dinamizar la toma de decisiones de política sectorial de desarrollo.
Los dos casos son: el Programa de Desarrollo del Occidente Boliviano, realizado para el PNUD y la Secretaría Nacional de Minería entre 1996 y 1997, y el Sistema de Línea de Base para el Proyecto PROMMI de la Unión Europea en Bolivia realizado en 1997.
El caso que presentamos es el desarrollo de un sistema de indicadores e información que cubre las principales áreas del Occidente de Bolivia.
El objetivo era facilitar los procesos de toma de decisiones y definición de políticas públicas de desarrollo de la subregión de referencia, en el marco de un proceso de reformas estructurales en los ámbitos económico, político y social.
Se trata de la combinación de diferentes dimensiones informativas organizadas en sistemas de bases de datos unificadas en una base cartográfica, que combinan datos demográficos (población, salud, educación, nutrición y otros), con información sobre servicios básicos (agua potable, alcantarillado), acceso a servicios públicos (energía, vialidad, comunicaciones) y privados (acceso a servicios financieros y no financieros), los cuales, bajo un enfoque categorial, fueron sintetizados en un indicador de desarrollo relativo, que al ser calculado a nivel de provincias permite definir políticas de desarrollo.
El Indice de Desarrollo Relativo (IDR) resulta de una combinación simultánea e integral de las distintas dimensiones del desarrollo. Para su construcción se utilizaron indicadores de las siguientes áreas temáticas: la productividad que sintetiza el desempeño alcanzado por los sectores de actividad económica; la distribución, en ésta categoría se incluyen aspectos relativos a la presencia de facilitadores del proceso de transformación productiva (energía, vialidad y servicios básicos de agua potable y alcantarillado sanitario); finalmente el indicador de acceso al poder como expresión del acceso de la población a oportunidades, medido a través de los indicadores del desarrollo humano, con participación popular y acceso al crédito.
El indicador fue construido a partir del análisis de Senghaas, según el cual, los éxitos de desarrollo diagnosticados estaban vinculados en el ámbito socioestructural, institucional y político. Los elementos de esta vinculación eran la distribución de los recursos, el desplazamiento del poder político en beneficio de nuevos grupos económicos en el curso del proceso de desarrollo y el aumento de la productividad total.
El intentar combinar simultáneamente indicadores que no tienen unidades de medición equivalentes obligó a utilizar procedimientos de estandarización, para eliminar riesgos de comparabilidad y para generar índices cuyos resultados sean expresados en unidades de desviación estándard.
Encontrar un área con un IDR mayor a cero significaría presencia de dinamicidad, y/o resolución de los problemas de manera conjunta, áreas con valores estandarizados menor a cero significan deterioro, pues el cambio esperado en la respuesta esta por debajo de la media ante cambios en una desviación standar del predictor. Por consiguiente los valores positivos reflejaran situación de presencia de dinamicidad en diversas dimensiones del desarrollo y valores negativos presencia de deterioro en una o más dimensiones. En dicha situación se tendrá que identificar los síntomas que se deberán atacar para traducir los rezagos en situación de cambio en el mediano y largo plazo.
Por otra parte, fueron considerados los movimientos poblacionales, como reflejo de un proceso de ensayo y error de cantidades importantes de personas, que constituyen un indicador de dinámica de desarrollo, por cuanto las regiones donde los pobladores no encuentran opciones adecuadas para su desenvolvimiento económico tenderán a ser abandonadas y, aquellas donde se concentran las migraciones será una indicación de que las personas se instalan en tales regiones por que consideran que allí tienen mejores oportunidades económicas.
Resultados.
La aplicación del modelo dio como resultado un mapa de regiones cuyas características fueron agrupadas en cuatro casos:
Primer caso: Crecimiento poblacional en ciudades con potencial de desarrollo positivo.
Corresponde a las áreas donde se observa un buen comportamiento de las variables económicas y sociales, es decir, se trata de áreas de potencial económico, donde se han producido incrementos demográficos importantes gracias al impacto de las migraciones, lo que lleva a demostrar que los migrantes se asientan justamente en aquellos lugares donde existen mejores condiciones para el desenvolvimiento económico. En este caso se agrupan las ciudades de El Alto, Patacamaya, Oruro, Achacachi y Potosí. El impacto de la concentración migratoria en edades de mayor propensión a la actividad económica juega, a su vez, un rol importante en la formación de la población en edades activas, en la magnitud de la fuerza de trabajo y, por las condiciones económicas y ocupacionales de los últimos años, en el crecimiento del excedente bruto de fuerza de trabajo.
Segundo caso: Estacionamiento o disminución poblacional en ciudades con potencial de desarrollo negativo.
En este caso se agrupan aquellas ciudades en las que las condiciones para el desenvolvimiento económico se han mostrado insuficientes y la población tiende a mantenerse estacionaria o a disminuir producto de un efecto combinado de la prevalencia de altas tasas de mortalidad y fuertes procesos redistributivos de su población, explicado por la emigración. En este caso se agrupan las ciudades de Challapata, Llallagua, Uncía, Colquiri y Huanuni.
Los
resultados en materia de desarrollo humano en éstas áreas
refleja el profundo rezago en el logro de todos sus indicadores.
Se trata de las áreas más deprimidas del Occidente Boliviano, tienen diferentes problemas simultáneamente, por ejemplo son áreas con problemas de accesibilidad, están dentro de las zonas de extrema pobreza del país, presentan problemas de orden económico condicionados por la modificación de la estructura productiva.
En dichas zonas la actividad agrícola es desarrollada de modo rudimentario, y en ello influye la parcelación excesiva de la tierra, falta conocimiento técnico y de gestión, y la falta de acceso sistemático y estructural a los recursos, lo que conduce a procesos de trabajo con bajos rendimientos por hombre ocupado y de baja productividad.
Finalmente, se debe resaltar que en ésta tipología se produce una fuerte concentración de ciudades ubicadas en el entorno de la actividad minera, dicha situación permite demostrar como un reflejo parcial la limitación distributiva que han mantenido los modelos de enclave.
Tercer caso: Estacionamiento o disminución poblacional en ciudades con potencial de desarrollo positivo.
Este es el caso de las ciudades que por su dotación de infraestructura u otras condiciones muestran potencial de desarrollo, pero este potencial no se ha activado suficientemente como para atraer las migraciones poblacionales y/o retener la propia población. En este caso se encuentra la ciudad de Betanzos.
Cuarto caso: Crecimiento poblacional en ciudades con potencial de desarrollo negativo.
En este caso la presencia de bajas condiciones de potencial, o no suficientemente activadas, fueron de todos modos atractivas para incentivar la permanencia de la población y eventualmente atraer flujos migratorios, con los cual se incrementó aún más el déficit habitacional y se dejó a una gran cantidad de la población en condiciones de impotencia frente a un problema que ha transformado en un círculo vicioso, debido a que las necesidades de hábitat mínimo se han incrementado con el crecimiento de la población que se suma a la demanda insatisfecha acumulada. Este es el caso de Uyuni.
Este modelo permitió definir escenarios de intervención para la política pública, y definir acciones considerando las distintas vocaciones regionales, a través de la conformación de marcos de área.
El
modelo analítico empleado permitió finalmente definir escenarios
de intervención para cada una de las áreas, con acciones
a nivel macro, meso y micro, para cada uno de los sectores de actividad
económica, combinando diferentes dosis de política económica
y política social en cada caso.
Debido a que en el curso del trabajo se comprobó que en materia de desarrollo humano prevalecía una situación de inequidad estructural de género, expresada en que el valor de este indicador es en todos los casos inferior, fueron también definidas políticas transversales a nivel de género y aspectos generacionales.
La metodología parte de la constitución de un marco de referencia estadístico a nivel censal, sobre el cual se realizan estudios a nivel muestral.
El trabajo a nivel censal incluye la elaboración de planos de cartografía temática, que constituyen planos urbanos (en escala 1:5000) donde se ubican los establecimientos identificados, a través de símbolos convencionales. Por esta razón al trabajo de elaboración del censo, se lo denomina también de actualización cartográfica.
El instrumento a nivel censal constituye una encuesta superficial que principalmente debe recolectar información de identificación y localización del establecimiento. En segundo lugar un conjunto reducido de variables de segmentación que permiten la estratificación del universo. Pueden incluirse variables parametrales, en el caso en el que se desee conformar estimadores, y finalmente debe incluir variables útiles al control de calidad y cobertura.
El alcance de actualización cartográfica fue de las ciudades capitales de departamento de La Paz, Sucre, Oruro y Potosí, y la ciudad de El Alto en el Departamento de La Paz.
Las Unidades de Observación fueron todos los establecimientos industriales que se encuadren dentro de los términos de la Gran División 3 de la Clasificación Internacional Industrial Uniforme CIIU.
Las variables básicas relevadas en la actualización cartográfica fueron las siguientes :
- Nombre o razón social.
- Ubicación geográfica y dirección.
- Producto principal y secundario.
- Número de empleados (familiares y no familiares por sexo).
- Consumo de agua.
- Consumo de energía eléctrica.
- Consumo de gas.
- Ubicación del taller en relación a la vivienda.
- Servicios financieros y no financieros recibidos e institución ofertante de los servicios.
- Carnet de identidad del titular.
Fueron elaborados seis planos de cartografía temática, los cuales fueron preparados en 35 láminas, como se detalla a continuación:
RELACIÓN DE LÁMINAS DE CARTOGRAFÍA TEMÁTICA
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CARACTERISTICAS DEL SISTEMA
El sistema tiene rutinas de entrada de datos y almacenamiento en línea que permiten el manejo de las bases de datos, que permiten el manejo de un programa de consulta de datos por pantalla, la elaboración de directorios diversos de empresas por regiones, sectores u otras características predeterminadas, la elaboración de diagnósticos a distintos niveles y segmentos, y la detección de necesidades diversas, tanto en el área de servicios financieros como no financieros, como se muestra en el diagrama que sigue:
El diseño antes aludido constituye un Programa de Información microempresarial, compuesto por tres grandes subsistemas.
Subsistema de Análisis
Este subsistema conforma un banco de datos que, por una parte permita el desarrollo de la función analítica decisional y por otra el de una función informativa.
La función analítico decisional pretende, a través de un modelo matemático, conocer la sensibilidad de la variable producción ante cambios de las magnitudes de sus variables componentes (sobre todo a nivel de sector productivo). El resultado será entonces, de un lado, una matriz de sensibilidad y, del otro, un sistema dinámico de indicadores microeconómicos individuales y agregados.
La función informativa pretende proporcionar diferentes tipos de reportes estadísticos, periódisticos y extraordinarios, con series cronológicas y diversas agrupaciones de datos del sector pequeño y microempresarial.
Este subsistema permite además dar información de apoyo a políticas crediticias, identificando necesidades de capital de operaciones, capital de inversión, necesidades de financiamiento, capacidad de pago y otras.
Subsistema de Formación Profesional
Este subsistema genera información de apoyo para las organizaciones que trabajan en apoyo al sector. El subsistema de Formación profesional, a través de su función diagnóstico, permite la detección de necesidades de adiestramiento por la vía directa a través del sondeo explícito mediante la encuesta y, por la vía indirecta, a través del perfil de la pirámide ocupacional, indicadores de productividad, etc.
A través de su función de retorno permitirá la medición del impacto productivo del adiestramiento y adicionalmente la información proporcionada permitiría el desarrollo de una función diseño consistente en la elaboración de perfiles específicos, "paquetes" de entrenamiento o la elaboración de sistemas de asesoría.
Subsitema de Información Institucional
La estructura de éste subsistema descansará en la elaboración de una Cartografía Temática Pequeña y Microempresarial Nacional, a partir de la cual se pueden elaborar directorios de apoyo a instituciones gremiales, y permitirá la elaboración de registros permanentes y actualizados de afiliados a las organizaciones.
Del mismo modo se pueden elaborar directorios de beneficiarios de instituciones de apoyo, listas cruzadas de receptores de servicios financieros y no financieros.
Marco de referencia estadístico.
Fue constituido un marco de referencia estadístico con 11.521 establecimientos, que constituye el marco censal para la encuesta a una muestra de 600 establecimientos, de acuerdo al siguiente detalle:
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El sistema se propone:
Generar información alternativa y complementaria a la información oficial.
Facilitar a los usuarios la elaboración de indicadores propios, y el empleo de modelos analíticos.
Facilitar el acceso a la información utilizando medios apropiados, y al alcance de los usuarios. (internet, publicaciones, impresos, CD, diskette, entre otros)
Definiendo el medio y modalidad de salida de datos (Internet, medios electrónicos de almacenamiento, impresos y listados)
Definiendo niveles de agregación (nacional, regional o local)
Definiendo interacciones entre diferentes dimensiones.
Con
ello se pretende generar una opción que, utilizando tecnologías
de información y comunicaciones apropiadas, contribuya a un acceso
más democrático, desde una perspectiva sostenible. Ello debe
contribuir a poner ciertos niveles de interacción social, a salvo
del monopolio estatal de la información, y asignar a los actores
civiles, principalmente a los productores y sus organizaciones, mayor capacidad
de contestación, negociación y concertación.
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